jueves, 3 de diciembre de 2015

Los cambios

Un hijo te cambia la vida. Y la manera de verla. Es así. Al final la vida es eso, cambio constante, evolución en el mejor de los casos. Una (sabia) compañera me dijo hace unos años que ella procuraba cambiar de destino, de instituto o de ciudad cada seis años. Y lo hacía así para que la vida no se le pasara sin darse cuenta. Los cambios. Todo cambia.

Las personas cambiamos con los años. Siempre que tengo que hablar de los personajes redondos y de explicarles a los chavales la complejidad de, por ejemplo, Quijote y Sancho, les pregunto por ellos mismos. ¿A vosotros, les digo, os preocupaban las mismas cosas hace un par de años que ahora? En plena adolescencia, la respuesta es obvia.

Pero no es sólo la adolescencia. A lo largo de la vida cambian muchas cosas. Nuestros físico, desde luego, y no siempre para bien; nuestras perspectivas, nuestras prioridades, nuestras preocupaciones y, posiblemente, algunos de nuestros amigos. Últimamente cambian hasta los partidos políticos! Yo creo que no es malo cambiar. Creo, de hecho, que es necesario. Y no hablo sólo de política...

Ayer leía que el fundador de Facebook y su mujer han sido padres y, quizás motivados por la euforia y el subidón de oxitocina  postparto (o puede que sea una larga y meditada decisión) van a donar el 99% de su fortuna. No voy a entrar en consideraciones sobre la ingente cantidad de dinero que deben tener. No conozco mucho al tal Zuckerberg (montaña de azúcar en alemán??), no he visto la peli sobre su vida y ni siquiera tengo facebook, pero me cae bien. Hace unos meses, cuando hacían público su embarazo, explicaban que habían perdido ya un par de bebés, sacando un tema que todavía es tabú.

Y, quizá me equivoque, pero me da la impresión de que esas pérdidas, el luchar y tardar en conseguir algo tan especial como tener un hijo, es lo que les ha hecho reflexionar. Lo que les ha cambiado. Una pareja joven, escandalosamente rica y que, sin embargo, habrán pasado horas bajas intentando ser padres. Y, al tener a su bebé en brazos (que casi nace el día de mi cumpleaños) se dieron cuenta de lo que importa. Qué fácil será decirlo con su futuro asegurado. O no. Quizá sea igual de complicado. Y por eso van a donar su dinero. Van a intentar que el mundo sea un poco mejor para cuando su hija crezca. No creo que vayan a pasar necesidades, ni falta que hace. Simplemente, su cosmovisión ha cambiado. Todo cambia.




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